Felicito a "Fundación Redes para la Infancia" y su trabajo para incorporar el nuevo conocimiento en disciplinas como la neurociencia a la Educación. Por ejemplo incorporar al proceso de aprendizaje las diferencias que existen entre los individuos para fortalecer el desarrollo armónico de cada individuo.

El juego es un estado emocional lúdico, motivado intrinsicamente -  se juega por el placer de hacerlo - , que en humanos y otros animales complejos tiene un gran valor de adaptación a lo largo de la vida. El juego transforma la incertidumbre en algo divertido, es un gran motor de aprendizaje, exploracion y creatividad. El juego tambien alimenta el placer de estar vivo.

En Redes Para La Infancia tienen una visión del aprendizaje distinto al convencional, están orientados en transmitir conocimiento integral, transversal, fortaleciendo los distintos talentos que nos definen y que no todos cuentan con la oportunidad de desarrollarlo. Apoyo este gran proyecto, que busca acercarse a los estudiantes que no han tenido las oportunidades y han sido marginados del conocimiento, para crecer juntos y potenciarse.

La educación refleja la interacción entre el desarrollo cerebral y su plasticidad con el aprendizaje cultural que debemos adquirir a medida que evolucionamos como especie.

La educación, además de ser un derecho fundamental, es una forma de habitar el mundo y relacionarse en él. Estar repensando su forma y sus múltiples posibilidades, me parecen una necesaria odisea de amor y sabiduría. Potenciar etapas claves para el desarrollo humano es una clave que nos puede ayudar a construirnos como sociedad. Respetuosos de nuestra naturaleza humana y terrena, contribuyendo a un crecimiento personal con más y diversas herramientas. Por estas razones, me entusiasma alegremente colaborar con Redes Para La Infancia.